domingo, 26 de agosto de 2007

Reseña Histórica de la Clase San Pedro

Durante el mes de Septiembre de 1953, la clase María Elena, dependiente del Pastorado de Puente Alto, envió a un grupo de hermanos a predicar al paradero 24 de Avenida Vicuña Mackenna, específicamente a la calle San Pedro. El grupo estuvo a cargo del hermano Luis Pérez, Jefe de los hermanos Voluntarios, y compuesto por los siguientes hermanos:

RIGOBERTO QUEZADA
ALMIRO LAZCANO
CARLOS ARAVENA
LUIS GUAJARDO
JUAN CARDENAS

En esa época, el sector estaba compuesto en un 80%, por parcelas agrícolas, pero eso no fue obstáculo para que estos hermanos predicaran y anunciaran la Palabra nuestro Señor.

Pasan los meses y los hermanos continuaron predicando, ellos no se cansaron, porque la obra es de DIOS.

Un día, mientras predicaban en la calle San Pedro esquina de San Pablo, el Señor les habló a los hermanos Luis Pérez y Rigoberto Quezada, y les dijo: "En estos lugares se abrirá una casa de oración para la salvación de muchas almas".

En el año 1953 los hermanos arriendan un par de piezas en la calle San Pedro esquina Santa Lucia, en ese momento la clase María Elena tuvo su primer local.
A fines del año 1954 les piden el local arrendado.

Dos jóvenes, que asistían a las reuniones le contaron a su padre que el templo, donde ellos se congregan, se iba a cerrar y él ofreció a los hermanos de María Elena un lugar en su parcela ; los hermanos aceptaron el ofrecimiento y se trasladaron a la parcela Nº 14.

La primera reunión fue bajo un árbol, allí se manifestó el Señor, se cumple su promesa: " Donde hay dos o tres congregados en mi nombre yo estaré en medio de vosotros".

Los hermanos, con mucho esfuerzo, dieron lo mejor que tenían para Dios. Esto permitió construir una Casa de Oración, con tablas de tapas, techo de fonola y piso de tierra, pero lo más grandioso es que el Señor tocaba sus corazones y se manifestaba

En 1955, nuestro Pastor Julio Assad (Q.E.P.D.) la nombró Clase. Colocó como Guía (Predicador) al hermano Luis Pérez, su ayudante era el hermano Florencio Becerra; Jefa de Dorcas la hermana María Martínez y su ayudanta la hermana Margarita Escobedo.

A la primera Escuela Dominical asistieron 32 hermanos, contando con la presencia del Señor.

Un día llegó una familia muy desesperada, con muchos problemas y pidiendo ayuda espiritual; los hermanos los recibieron con el amor fraternal de nosotros, los cristianos, el Señor hizo la obra y entró en sus vidas. Él era funcionario de Carabineros de Chile y su nombre es Héctor Candia, hoy Pastor de la Iglesia de Misiones Mundiales.

En 1970, la Clase San Pedro, sufrió la perdida de un gran hombre de DIOS, el hermano y profesor Dionisio Muñoz Leiva (Q.E.P.D.), quien dio todo por el Señor. Podemos afirmar con seguridad, que por la Clase han pasado hombres y mujeres que dejaron un gran legado y un buen testimonio.

A comienzos del año 1974 al hermano Florencio Becerra le pidieron el lugar en la parcela. Los hermanos buscaron un nuevo lugar donde reunirse y arrendaron en la avenida Diego Portales ; sin embargo, no estaban conformes, porque sabían que la promesa estaba en San Pedro.

En 1975, se vuelve a la calle San Pedro, esta vez en el Nº 318 donde se levanta un templo. Se trabajó con mucho cariño porque todo era para DIOS. Se predicó el evangelio por todos los lugares y podemos decir que el Señor confirmó el trabajo.

Muchos años después, en 1996, tras la partida de nuestro Pastor Julio Assad (Q.E.P.D.), nuevamente hay que cambiarse de lugar. Pero el Señor tocó a los hermano Miguel Naranjo (Q.E.P.D.) y a su esposa la hermana Rosa Herrera, quienes facilitaron su casa para realizar reuniones por varios meses.

En 1997, nuestro Pastor Edmundo Zenteno, se preocupó de la situación de la Clase y compró una propiedad a nombre de la Corporación en la calle San Juan Nº 10676.

En el año 1998 se comenzó a construir el Templo de material sólido, para los hermanos de la clase es un sueño hecho realidad.

El día 8 de agosto de 1998 se da comienzo a las excavaciones y el día 15 de agosto del mismo año se hacen los cimientos comenzando definitivamente la construcción del templo. Los hermanos trabajaron incluso en su tiempo libre en la construcción del templo, codo a codo también las hermanas Dorcas.

Hoy tenemos un hermoso templo para la gloria de nuestro Dios, pero principalmente tenemos una linda iglesia (constituida por todos nosotros), cuya primera piedra continúa siendo la fe, esa fe de los hermanos y hermanas que en el inicio predicaron la Palabra de Dios y que permanece para siempre.


Queremos recordar a todos los Guías y Predicadores que han pasado por la Clase San Pedro:

* Luis Pérez González, Oficial
* Alamiro Lazcano (Q.E.P.D.) Oficial
* Juan Cárdenas, Oficial
* Luis Figueroa, Oficial
* Miguel Bustos, Profesor
* Manuel Higuera, Profesor
* Vicente Salas, Oficial
* Pedro Zambrano, Oficial
* Daniel Piñones, Oficial
* Jorge Carreño, Oficial
* Elías San Martín, Oficial
* Santiago Haupt A. Profesor
* Domingo Riquelme, Oficial
* Joel Uribe, Profesor
* Ernesto León, Oficial

La Clase San Pedro agradece primero a nuestro Señor, porque en todo momento a estado con nosotros y a nuestro Pastor Edmundo Zenteno, por su gran amor y preocupación por esta Clase.

Esta reseña esta basada en las palabras de un hombre de Dios, de uno de los protagonista de esta historia, nuestro hermano Luis Pérez.


Eben Ezer, hasta aquí nos ha ayudado Jehová.

Saludo de nuestro Pastor

miércoles, 15 de agosto de 2007

Vista a nuestro Pastor


A veces, pensamos que los que no se portan bien tiene éxito en sus negocios, que los que no se portan bien están llenos de amigos, que son los que ascienden en la empresa. ¡Qué suerte tienen!

Que la mujer que descuida a su marido lo tiene en su mano; que ese hombre que no es correcto con su familia parece tener dominada la situación, que le va bien.

A veces parece que portarse bien no sirve, parece que no se prospera; pero el Señor nos dice: “No te canses; yo soy un Dios justo. En su tiempo y momento yo te pagaré y te bendeciré”.

Este fue el mensaje del Señor por los labios de nuestro pastor Zenteno: No nos cansemos, pues, de hacer bien. (Galatas capítulo 6, desde el versículo 6 al 10.)

No te preocupes del injusto, que sube como la espuma. Esta se desvanece.
La esperanza del que hace bien está en Cristo, que a su tiempo hace justicia, juzga y bendice. Dios no te desamparará ni te dejará; Él está con nosotros.

Entonces, no nos cansemos, pues, de hacer bien.

Nuestro pastor nos señaló que existe una diferencia entre hacer el bien y hacer bien.
Confundimos hacer el bien con la caridad, y hacer esta es propia de un cristiano; pero hacer bien es mucho más que hacer el bien. HACER BIEN es hacer lo correcto, lo justo, lo adecuado, lo que corresponde hacer a un cristiano.

“Mozo fui y he envejecido y no he visto justo desamparado, ni a su simiente que mendigue pan.”

Vale la pena hacer bien.

Entonces, no nos cansemos, pues, de hacer bien.


Es tan lindo y edificante ir a visitar a nuestros pastores a la catedral evangélica de Puente Alto, que hemos querido transmitir, aunque sin mucho éxito, el mensaje de ese día.
Falta mucho, faltan los hermosos himnos y la presencia del Espíritu Santo. Es por esto que los invitamos a participar de nuestras reuniones, para que sienta en su ser, su corazón, su espíritu lo que sentimos nosotros: el amor de Dios.

Amen.

martes, 14 de agosto de 2007

Visita a la Catedral de Puente Alto

En la visita a la catedral de Puente Alto, canta una preciosa alabanza a nuestro Dios los coros instrumentales de La Clase Gabriela Oriente y San Pedro.
Cada vez que visitamos nuestra catedral, Dios nos renueva las fuerzas para seguir trabajando a través de la predicación que Dios entrega por los labios de nuestro pastor.

SON ABIERTOS MIS OJOS

I. ¿QUÉ HACER PARA QUE DIOS ABRA SUS OJOS Y LE ENTREGUE UN MILAGRO? (Juan 9:1-7)
1.- Mientras pasaba Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
2.- Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿Quién peco este o sus padres, para que haya nacido ciego?
3.- Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
4.- Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
5.- Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
6.- Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
7.- y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
En primer lugar, para que Dios pueda abrir nuestros ojos, es necesario estar en la capacidad de MORIR A LA CARNE. ¿Que recibió de los apóstoles este ciego? (Vers. 2) Juicio, critica… Los apóstoles estaban murmurando y maquinando en sus mentes la causa de su ceguera, pecado de él o de sus padres.... Seguramente los discípulos le conocían. Si era ciego de nacimiento, vivía en las calles y era famoso, aun sabiendo la verdad, se preguntaban si la causa de la ceguera era un pecado propio.
Cuantos de nosotros hemos escuchado esta conversación muy de cerca. Se ve dentro del pueblo de Cristo, hombres y mujeres que viven hablando de otros, adjudicando la causa de los males, pero no toman tiempo para orar a Dios o conversar con las personas que están en esa actitud.
Ahora coloquémonos del otro lado, del ciego; ¿Qué nos pasa cuando están hablando mal de nosotros? de conversaciones mal intencionada, con expresiones comunes... nos incomodamos, tratamos de justificarnos, llegamos a pensar la forma de desquitarnos o lo voy a acusar.... Hagámonos una pregunta en este día, ¿estamos muertos para la carne?, ¿le duelen los comentarios?. Sin embargo, este ciego hizo la diferencia, este hombre había muerto a su carne. Este ciego no se levanto a responderle a los apóstoles, no los acuso con Jesús, no se defendió, ¿Que hizo?, los ignoro, callo. No dejo que le llegase al corazón los comentarios, sólo espero su oportunidad en la vida ¿Cuál? Recibir la vista. ¿Esta Ud dispuesto a actuar como el ciego? ¿Esta Ud dispuesto a dejar de importarle el que dirán a cambio de que sus ojos le sean abiertos?
La respuesta para que sus ojos sean abiertos, DEJE QUE JESUCRISTO RESPONDA POR UD. Vers. 3 " Respondió Jesús" El ciego callo, Jesús se encargo de mostrar la realidad. Este aspecto va relacionado con el anterior, cuando tu callas y mueres a la carne, El va a responder por ti. Cuando Dios responde por nosotros, se nos devuelve la dignidad. Cuando Dios responde por nosotros, las bendiciones son devueltas. Cuando Dios responde por nosotros, Dios entrega un milagro. Cuando Dios responde por nosotros, vemos su gloria manifestada en nuestras vidas así como se manifestó en la vida de este ciego. La respuesta de Jesús sencillamente fue... para que las obras de Dios sean manifestada en él. Solo debes recordarlo siempre, no hables, no te quejes, no respondas, deja que el lo haga por ti.
Para que sean abiertos nuestros ojos, Es necesario CREER EN LOS PLANES DE DIOS. Vers. 4. Tu y yo, todos fuimos escogidos por Él, Él se plació en seleccionarnos, y el tiene planes y esos planes se han de cumplir en nuestras vidas, siendo necesario también que esos planes sean ejecutados por nosotros. ¿Y cómo saber los planes de Dios para mi vida? No existe otra forma diferente a la de orar y tener fe para conocer su voluntad y creerle. Jesús les dice: “…Me es necesario hacer las obras del que me envió...” El Plan fue de Dios, ya estaba trazado, pero el ciego debía colaborar, tenga por seguro que si el ciego fuese un engreído, y se hubiese herido por los comentarios de los discípulos, el plan no se hubiese dado. Este ciego tuvo que creer y tener fe. Hermanos con fe y en oración Dios si responde. Creer en Dios es créale a Dios. Hemos visto 3 aspectos importantes para que Dios abra nuestros ojos, Morir a nuestra carne, dejar que Dios responda y se muestre su gloria y creer en sus planes. Ahora, Ud. Puede saber cuando Dios va a hacer su milagro en su vida. Que Dios les bendiga grandemente a Ud y su hermosa familia. AMEN.
Hno. Oficial Manuel Guzmán.

lunes, 13 de agosto de 2007

Partida

María Vidal Vega 1911 - 2007

Hoy queremos rendir un homenaje a una gran cristiana que partio a los brazos del Señor.

Nuestra hermana se consagro al Señor, incluso en la hora de su partida.

Nuestro Señor la visitaba y en sus conversaciones la llevaba a viajar y conocer hermosos lugares como el Río Jordán y la mansión en la que viviría una vez que volara a sus brazos. Incluso, en la última ocación, nuestro Señor le indicó como debía de prepararse para su partida.

Ella nos entregó mucho amor, entendimiento, experiencias y consejos, que junto al evangelio representa su gran legado y con la ayuda de Dios, esperamos verla nuevamente en las bodas del cordero.


Su familia.

miércoles, 1 de agosto de 2007

La Luz

Santo evangelio según San Juan 1:3-5.
3 Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.
4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Solo tenemos que pensar por unos minutos y veremos que es una gran verdad. Pondré una realidad que sucede a veces, ¿Qué es lo primero que hacemos cuando se apagan las luces de repente o cuando oscurece?
Lo primero que hacemos es encender una vela o una linterna, es encender una luz.
¿Porque lo hacemos?
Lo hacemos para poder descubrir cual fue el problema o la causa que provocó el apagón, pero, también, lo hacemos porque queremos ver lo que nos rodea. En otras palabras, lo hacemos para recibir un resplandor que nos oriente el camino, la luz nos trae claridad, nos da confianza.
Cuando recibimos a Cristo Jesús, cuando le permitimos que obre en nosotros a través del Espíritu Santo, pues entonces recibimos su propósito en nuestras vidas. Jesús dijo; “en Él estaba la vida” y todo aquél que llega a conocer el propósito de Jesucristo tendrá una vida nueva, cuando conocemos su voluntad, entonces obramos y actuamos según Él en todo momento. Cuando permitimos que la luz brille en nuestras vidas, entonces recibimos la revelación de todas esas cosas que no agradan a Dios. Sin embargo, permitiendo que la luz resplandezca en todo momento, entonces sabremos que hacer y no hacer. Sabremos exactamente que hablar y no hablar. Sabremos exactamente como obrar y como no.
Cuando permitimos que la luz brille en nosotros, entonces recibimos liberación. Cuando la luz nos revela la voluntad de Jesucristo, las cadenas se rompen, los yugos desaparecen, las cargas son quitadas. La luz nos guía por el camino que hemos de seguir y por los senderos que debemos andar. Cuando permitimos que nuestra vida sea alumbrada por Cristo Jesús, nunca más andaremos en oscuridad.
Escrita por: hno. Oficial Manuel Guzmán