martes, 14 de agosto de 2007

SON ABIERTOS MIS OJOS

I. ¿QUÉ HACER PARA QUE DIOS ABRA SUS OJOS Y LE ENTREGUE UN MILAGRO? (Juan 9:1-7)
1.- Mientras pasaba Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
2.- Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿Quién peco este o sus padres, para que haya nacido ciego?
3.- Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
4.- Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
5.- Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
6.- Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
7.- y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
En primer lugar, para que Dios pueda abrir nuestros ojos, es necesario estar en la capacidad de MORIR A LA CARNE. ¿Que recibió de los apóstoles este ciego? (Vers. 2) Juicio, critica… Los apóstoles estaban murmurando y maquinando en sus mentes la causa de su ceguera, pecado de él o de sus padres.... Seguramente los discípulos le conocían. Si era ciego de nacimiento, vivía en las calles y era famoso, aun sabiendo la verdad, se preguntaban si la causa de la ceguera era un pecado propio.
Cuantos de nosotros hemos escuchado esta conversación muy de cerca. Se ve dentro del pueblo de Cristo, hombres y mujeres que viven hablando de otros, adjudicando la causa de los males, pero no toman tiempo para orar a Dios o conversar con las personas que están en esa actitud.
Ahora coloquémonos del otro lado, del ciego; ¿Qué nos pasa cuando están hablando mal de nosotros? de conversaciones mal intencionada, con expresiones comunes... nos incomodamos, tratamos de justificarnos, llegamos a pensar la forma de desquitarnos o lo voy a acusar.... Hagámonos una pregunta en este día, ¿estamos muertos para la carne?, ¿le duelen los comentarios?. Sin embargo, este ciego hizo la diferencia, este hombre había muerto a su carne. Este ciego no se levanto a responderle a los apóstoles, no los acuso con Jesús, no se defendió, ¿Que hizo?, los ignoro, callo. No dejo que le llegase al corazón los comentarios, sólo espero su oportunidad en la vida ¿Cuál? Recibir la vista. ¿Esta Ud dispuesto a actuar como el ciego? ¿Esta Ud dispuesto a dejar de importarle el que dirán a cambio de que sus ojos le sean abiertos?
La respuesta para que sus ojos sean abiertos, DEJE QUE JESUCRISTO RESPONDA POR UD. Vers. 3 " Respondió Jesús" El ciego callo, Jesús se encargo de mostrar la realidad. Este aspecto va relacionado con el anterior, cuando tu callas y mueres a la carne, El va a responder por ti. Cuando Dios responde por nosotros, se nos devuelve la dignidad. Cuando Dios responde por nosotros, las bendiciones son devueltas. Cuando Dios responde por nosotros, Dios entrega un milagro. Cuando Dios responde por nosotros, vemos su gloria manifestada en nuestras vidas así como se manifestó en la vida de este ciego. La respuesta de Jesús sencillamente fue... para que las obras de Dios sean manifestada en él. Solo debes recordarlo siempre, no hables, no te quejes, no respondas, deja que el lo haga por ti.
Para que sean abiertos nuestros ojos, Es necesario CREER EN LOS PLANES DE DIOS. Vers. 4. Tu y yo, todos fuimos escogidos por Él, Él se plació en seleccionarnos, y el tiene planes y esos planes se han de cumplir en nuestras vidas, siendo necesario también que esos planes sean ejecutados por nosotros. ¿Y cómo saber los planes de Dios para mi vida? No existe otra forma diferente a la de orar y tener fe para conocer su voluntad y creerle. Jesús les dice: “…Me es necesario hacer las obras del que me envió...” El Plan fue de Dios, ya estaba trazado, pero el ciego debía colaborar, tenga por seguro que si el ciego fuese un engreído, y se hubiese herido por los comentarios de los discípulos, el plan no se hubiese dado. Este ciego tuvo que creer y tener fe. Hermanos con fe y en oración Dios si responde. Creer en Dios es créale a Dios. Hemos visto 3 aspectos importantes para que Dios abra nuestros ojos, Morir a nuestra carne, dejar que Dios responda y se muestre su gloria y creer en sus planes. Ahora, Ud. Puede saber cuando Dios va a hacer su milagro en su vida. Que Dios les bendiga grandemente a Ud y su hermosa familia. AMEN.
Hno. Oficial Manuel Guzmán.

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